Fallecimiento del Dr. Roberto Cortés Conde
La Academia Nacional de la Historia lamenta informar el fallecimiento de su distinguido académico de número y ex-presidente doctor Roberto Cortés Conde. Q.e.p.d.
Obituario de Roberto Cortés Conde por Eduardo Míguez
Nos ha dejado uno de los más antiguos y prestigiosos miembros de nuestro Cuerpo, que presidió entre 2015 y 2017. En la huella de precursores, como el también académico Juan Álvarez, Roberto Cortés Conde fue quien fundó la historia económica argentina en sus bases modernas. Como otros de su generación, su título de grado fue en Derecho y se acercó a las ciencias sociales renovadas a través del precursor posgrado en sociología que Gino Germani creara en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Esa formación fue base para su posterior orientación hacia la historia y la economía, campos en los que como él mismo recordara, fue básicamente autodidacta, resultado de las innumerables lecturas a las que lo llevó su vocación por comprender el pasado y el presente de nuestro país y nuestra región desde el siglo XIX en el marco del desarrollo de la economía mundial.
Junto a varios artículos, el libro que escribiera con Ezequiel Gallo, “La formación de la Argentina Moderna”, marcó el comienzo de su labor de historiador económico. Hasta allí, sin embargo, su trabajo avanzó por los carriles que ya eran habituales en la disciplina. Pero en forma paralela a su socio, para comienzos de la década de 1970, una aplicación más rigurosa de la teoría económica y un enfoque menos prejuicioso del pasado, los llevaron a formular una nueva interpretación del desarrollo argentino y latinoamericano. Sin duda, la emigración que lo llevó a Estados Unidos después de la intervención a las universidades en 1966, un periplo por las universidades de Los Ángeles, Berkeley, Yale, entre otras, jugó un papel importante en este proceso. Y lo transformó en poco tiempo en uno de los principales referentes de la historia económica de América Latina, lo que se refleja, por ejemplo, en libros como “The First Stages of Modernization in Latin America” de 1974, “Latin America. A Guide to Ecomic History”, con Stanley Stein (1977), “The Latin American Economies: Growth and the Export Sector”, con Shane Hunt (1985), entre muchos otros trabajos, que incluyen la dirección de la “Cambridge History of Latin America”, con Victor Bulmer Thomas y John H. Coastworth en 2006.
El aporte de Cortés Conde en este campo fue comprender como la disponibilidad de factores de producción afectó los variados desarrollos de América Latina, guiados en una primera etapa por sus posibilidades de inserción en el mercado mundial. Para el caso argentino, “El progreso Argentino” (1979), calificado justamente como admirable por Tulio Halperín Donghi, “Dinero, deuda y crisis” (1989), “La economía argentina en el largo plazo” (1997), “La economía política de la Argentina en el siglo XX” (2005), entre otros trabajos, ofrecieron referencias cruciales para el desarrollo de la disciplina. Y contribuyeron sustantivamente a comprender como se expandió y modernizó la economía del país hasta 1930, y los problemas que la llevaron a un estancamiento y decadencia posterior.
Imposible resumir en esta breve evocación de su señera figura su extensa obra. Pero debe destacarse que junto a ella, su aporte a la disciplina fue también decisivo en la construcción institucional. Tampoco aquí podemos recordar su vasta obra. Pero para señalar sólo alguno de los hitos más significativos, su inserción en el Instituto Torcuato Di Tella (el principal centro de estudios económico-sociales por décadas) a su regreso al país en 1970, institución en la que jugó un papel central como director (1970-74 y 1980-83) y miembro y presidente del Consejo de Administración. En 1991, la Universidad de San Andrés pasó a ser su centro de actividad. Allí enseñó hasta su retiro, siendo luego profesor emérito. Además del Instituto Di Tella y la Universidad de San Andrés, y de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, fue profesor o investigador invitado en un amplio conjunto de las más prestigiosas universidades del mundo, incluyendo, sólo para mencionar algunas de las más destacadas, Harvard, Cambridge, Oxford y Chicago.
Fue fundador y presidente de la Asociación Argentina de Historia Económica, miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas e integrante del Comité Ejecutivo de la Asociación Internacional de Historia Económica, la que presidió entre 1998-2002. Como tal, presidió en nuestro país la reunión mundial más importante de historiadores económicos en 2002 (XVIII Congress of the International Economic History Association) que, gracias a su empeño y buen tino, logró llevar a cabo pese a las difíciles circunstancias por las que atravesaba la Argentina entonces. Recibió en España la Orden de Isabel la Católica en 2004.
Inútil intentar seguir resumiendo aquí el impresionante legado que Roberto Cortés Conde nos ha dejado. Para cerrar estas líneas, vale repetir las sentidas palabras de uno de los integrantes de nuestra Academia, Pablo Gerchunoff: “Se fue Roberto Cortés Conde, el fundador de la historia económica argentina estudiada y escrita con métodos modernos. Con él se fue un maestro de todos nosotros, un maestro generoso e infatigable, pero también el hombre inquieto y dolorido por la realidad de su país, ese largo enigma que tenía su punto de partida con la pérdida del Potosí y llegaba hasta el primer cuarto del siglo XXI. Fue rigor pero también pasión intelectual, dos cualidades que no siempre van de la mano. Lo vamos a extrañar, pero no tanto porque vive en cada página de su obra que, como un buen vino, ganará todavía más calidad con el paso del tiempo.”